7/31/2006

SABORES


El salado de las lágrimas que se mezclan con el agua de la ducha, el amargo de un sello que nunca llegó a su destino, el ácido limón de los comentarios de un cotilla, el frescor de una cerveza bien tirada, el regusto oxidado de la sangre, el cocido castellano de aquellos sábados en familia, los Peta Zeta de la infancia, el regaliz de palo del kiosko de “La Petri”, el barro de la derrota, el champán de la victoria, el dulce del sugus que conservaba tu boca durante aquel beso.

5 comentarios:

Lunaria dijo...

Qué disfrutaba comiéndome los peta-zatas!. Gracias por recordármelo.

ecasual dijo...

También el sabor del olvido.
Saludos.

Manu Espada dijo...

No me acuerdo a qué sabe el olvido...

Anónimo dijo...

Excellent, love it!
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Anónimo dijo...

Momentos perdidos para siempre, recuerdos que morirán con cada uno de nosotros. ¿A dónde irán esos recuerdos perdidos?, ¿habrá un Archivo General en el Ministerio de San Pedro?. Quizás nunca lo sabremos.